DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva
(Militante del PRI)
TIJUANA BC 1 DE DICIEMBRE DE 2019.- Probablemente la piedra de toque en el pensamiento lopezobradorista es la lucha contra la corrupción.
Durante la campaña electoral de 2018 López Obrador insistió reiteradamente que la corrupción es la madre de todas las calamidades económicas, políticas y sociales de nuestro país.
El entonces candidato presidencial afirmó que al erradicar la corrupción se eliminaría de tajo el sufrimiento de los mexicanos.
Treinta millones de votantes así lo creyeron y decidieron elegir a Andres Manuel Lopez Obrador como Presidente de México.
A un año de que López Obrador asumiera la Presidencia de México parece que la erradicación de la corrupción y su lastre de violencia continúa siendo una asignatura pendiente.
De acuerdo con Transparencia Internacional, en 2018 México se ubicó en el puesto 138 de los 180 países medidos. Lo anterior significó un retroceso de tres lugares por debajo de su índice reportado para el año 2017.
Transparencia Internacional es una organización global creada en 1993 con la misión de contribuir a la erradicación de la corrupción en el planeta.
Está presente en más de cien países, tiene su secretariado en Berlín y es liderada por la chilena Delia Ferreira Rubio.
De acuerdo con esta organización, desde 2012 la lucha contra la corrupción en México experimentó un marcado retroceso.
Según Transparencia Internacional, México se encuentra entre los cinco países con la calificación más baja en América a solo 10 puntos por arriba de Venezuela quien ocupa el último lugar en la zona.
Con el propósito de contar con un parámetro respecto de nuestra situación, es importante decir que la región del mundo con mejor puntaje es Europa Occidental junto a la Unión Europea, reportando una calificación de 66 puntos.
Mientras que las peor calificadas son Europa del Este y Asia Central con 35 puntos y África Subsahariana con 32 puntos.
En ese tenor, para 2018 (el año de la elección presidencial) México obtuvo una calificación de 28 puntos, ubicando al sector público en un nivel de corrupción de seis puntos por debajo de los 34 reportados en 2012.
En el primer año lopezobradorista, ¿nos fue mejor?
En septiembre de este año, Transparencia Internacional dio a conocer la décima edición del Barómetro de Corrupción Global para Latinoamérica y el Caribe (BGC).
El BGC es una encuesta que refleja la opinión de más de 17.000 ciudadanos de 18 países de la región. El BGC reunió datos sobre corrupción con características específicas de género y sobre conductas vinculada con procesos electorales, como la compra de votos y noticias falsas (fake news).
Los resultados muestran que el 85% de las personas creen que la corrupción en el gobierno representa un gran problema.
Asimismo, más del 50% considera que la corrupción está empeorando en su países y que sus gobiernos no están haciendo lo suficiente para terminar con el fenómeno.
Por lo anterior, no resulta sorprendente que el informe reporte que las personas tengan muy poca confianza en sus gobiernos y que el 65 % de los encuestados cree que su gobierno está administrado por intereses privados y que actúa en función de los mismos.
El informe del BGC concluye que 1.9 de cada 5 personas que accedieron a servicios públicos, como atención de la salud y educación, pagaron un soborno en el último año.
Esto equivale a cerca de 56 millones de las personas con menos recursos y más vulnerables de los 18 países encuestados.
Los resultados muestran que en instituciones como la policía y de servicios públicos básicos como atención a la salud y la educación, el soborno representa un enorme filón de corrupción.
La buena noticia que arroja la BGC es que; "si bien la mayor parte de las personas en América Latina y el Caribe consideran que la corrupción se incrementó en sus países, la mayoría también cree que, como ciudadanos, pueden marcar una diferencia determinante en la lucha contra la corrupción."
Por lo que corresponde a nuestro país, los resultados son desalentadores. El informe revela que para 2019 el 34% de usuarios de los servicios públicos pagaron un soborno por la prestación de los mismos mientras que en países como Costa Rica, Barbados y Brasil los porcentajes fueron del 7, 9 y 11 por ciento, respectivamente.
En México no se dispone de una “medición oficial” de la corrupción por lo que en enero de 2019 la organizacion México Social.org dio a conocer el primer Índice Mexicano de Corrupción y Calidad Gubernamental para lo cual basó sus cálculos en cifras del INEGI para poder medir la corrupción percibida en las 32 entidades de la República Mexicana.
Este ejercicio utilizó información relativa a la prevalencia de la corrupción captada a través de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, así como de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE).
Los resultados de este ejercicio estadístico arrojan que Baja California se encuentra en el lugar número 12 en la tabla del Índice Mexicano de Corrupción y Calidad Gubernamental con un puntaje de 0.482 siendo el mejor calificado el estado de Yucatán con un puntaje de 0.879.
La tarea para lograr la erradicación de la corrupción en nuestro país es todavía ardua y se enfrenta a los obstáculos de una cultura prevaleciente que se basa en la apropiación ilegal de la riqueza socialmente producida mediante mecanismos delictivos como la venta de protección, complicidades en negociaciones ilícitas, el nepotismo y el usufructo de bienes y recursos públicos para beneficio personal.
Los siguientes cinco años nos dirán si la simiente anti corruptora lopezobradorista tuvo éxito o triunfó la inercia del trinquete.
NOMAS POR JODER:
La denuncia lanzada contra la corrupción kikista se regresó como bumerang con el escándalo de las cuentas mochas de "chendo".
Los hechos indican que en el futuro la credibilidad de Morena se fincara en los resultados que produzca el Fiscal Estatal Anticorrupción. Todo dependerá de a quién elijan.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.
