Especial para AFN

Por Marco Antonio Domínguez Niebla

TIJUANA 7 DE JULIO 2018(AGP DEPORTES).-Quise convencerme de que los grandes son los grandes y siempre ganarán, sin que los de abajo crezcan, el viejo discurso de que las camisetas pesan y los mundiales son para unos cuantos. Echo atrás la vista en este diario mundialista y me encuentro diciendo eso, justo eso de que serán los mismos, pensando que Alemania renacería después de Suecia y antes de la puntilla asestada por los coreanos y primero por los mexicanos, o que lo de España había sido condescendiente en la primera ronda y que acelerarían el paso para resolver todo en cuanto así se lo propusieran, o que Messi y Cristiano despertarían en octavos para sembrar a Argentina y Portugal donde apuntaban los pronósticos de las mayorías aun cuando enfrente tuvieran a dos viejos lobos de mares mundialistas, ahora rejuvenecidos: Francia y Uruguay. La dominación de los grandes sin más explicación que su pasado, recurrente hasta antes de este mundial ruso, nos conviene a algunos, sobre todo si somos de países cuyas selecciones se quedan atrapadas en sus propias limitaciones, en el discurso soñador y demagógico, adormecedor de masas, que nos engaña hasta hacernos ver generaciones doradas tocadas por el mal fario o por villanos provocadores de la sacudida que nos ha de volver a la amargura del despertar, siempre reflejado en la tabla final, allá en la cola entre el Top Ten, si bien nos va. Por desgracia para nosotros, la rebelión de los nuevos, los que no imaginan sino hacen las cosas, no nos incluye.

Hoy la joven Francia de Griezmann y Mbappe echó a la Uruguay del lesionado Cavani y Suárez, de Giménez y Godín, para dejar encendida la posibilidad de que un campeón del mundo defienda la lista de los de siempre. Dos por cero sin dejar lugar para duda alguna. Pero en la semifinal encontrará a uno de esos contendientes en busca de gloria, la Bélgica sobrada de talento que quiso y pudo contra el pentacampeón del mundo, e incluso le perdonó dejándole espacio para la reacción que al final quedó corta. Así que ni Alemania ni España ni Argentina ni Brasil. Tampoco Messi ni Cristiano ni Neymar. Mañana se viene la otra llave, primero Croacia contra Rusia y más tarde Suecia contra la otra campeona del mundo aún con vida: Inglaterra. A esta altura, con seis juegos por delante, no me atrevo a dar más pronósticos. Lo único que puedo dar, después del mundial al revés en Rusia, es mi brazo a torcer.

*El autor es colaborador de AGP Deportes.