TIJUANA, B.C. 18 DE MAYO DEL 2018 (AFN). El libro de ensayos “La utilidad del deseo” fue presentado en el Centro Cultural Tijuana por su autor Juan Villoro como parte del ciclo de conferencias México a través de la cultura.

Villoro estuvo acompañado por el poeta y traductor Gaspar Orozco, quien dijo que "el ensayista es el maestro de ceremonias que encuentra la conexión entre estas materias tan diversas".

La utilidad del deseo ofrece 16 ensayos disímbolos que abarca desde la literatura rusa de Dostoievski, la inagotable isla de Robinson Crusoe, la culpa en Nikolai Gogol y las cartas privadas de Onetti y Cortázar.

Ante un lleno en la Sala Monsiváis, el escritor comentó que el título de su nuevo libro proviene de los cuentos de los Hermanos Grimm, donde el bosque es el lugar del encantamiento en el que los libros son la extensión del mismo, donde se habla de duendes, elfos y hadas que concedían deseos que pueden ser cumplidos.

Para Villoro, la labor del ensayista es permitir que mensajes de una latitud se conecten con un receptor totalmente distinto, por lo que analiza las palabras de una obra con el objetivo de que quizá alguien empiece a leer a un autor o si ya lo ha leído encuentre algo diferente.

El ensayista estableció un paralelismo entre la literatura y las redes sociales: “creo que las redes sociales pertenecen más a la neurología que a la comunicación porque es tan veloz la respuesta que no razonas un like, mientras que  la literatura exige otro tipo de plazos de asimilación, pero al principio, es como dar un like en Facebook. El ensayo es un acto de autoconocimiento, razonas tus pasiones y en esa medida las conoces de manera más concreta”.

Como ejemplo, Villoro se refirió a la literatura rusa: “La gran literatura rusa, digamos Chejov, Tolstoi, Dostoievski, nos plantea las grandes disyuntivas del lector joven: hay cosas que solo se dirimen cuando tienes la vida por delante, si vas a tener una actitud religiosa, intelectual o pragmática, tienes que decidir con cuál de los hermanos Karamazov, te identificas; todas estas preguntas están en la literatura rusa” .

Villoro compartió con la audiencia que el libro que lo inspiró a escribir fue “De Perfil”, de José Agustín, que comenzó a leer a los 15 años y que le ayudó a escribir su vida de forma más divertida.

"La vida vale más si alguien más te la cuenta, sobre todo si te la cuenta bien”, contestó Villoro,  que de niño  disfrutaba escuchar la narración del juego de futbol del comentarista Ángel Fernández, quien lograba crear en su mente una batalla sensacional. Me di cuenta que el juego no era tan divertido cuando ibas al estadio, por lo que los aficionados preferían llevar su radio de transistores, finalizó el escritor.