TIJUANA BC 18 DE DICIEMBRE 2018 (AFN)

Con la Sala de Espectáculos repleta de público, Armando Manzanero ofreció el concierto de cierre del 35 aniversario del Centro Cultural Tijuana.

Somos novios, Esta tarde vi llover y Aquel señor fueron las canciones con las que el compositor yucateco abrió el concierto en el que estuvo acompañado por su hijo Juan Pablo y la cantante Aranza, así como de 5 músicos.

"Contento de estar en Tijuana nuevamente", dijo Manzanero, quien vino por primera vez a esta frontera en 1968, inicialmente como pianista acompañante  de Rafael Vázquez (del dueto Carmela y Rafael) y posteriormente de Luis Demetrio y María Victoria.

La carrera de Manzanero como compositor arrancó en 1957 y a la fecha ha escrito más 400 canciones, con más de 50 de ellas de fama internacional.

Dicharachero y bailador, el maestro recordó sus orígenes mayas y hasta habló la lengua al evocar algunos diálogos con su abuela Rita, quien le enseñó el valor del tiempo.

"Tenía que ser músico, era hijo de Santiago Manzanero, trovador muy querido" le confesó a su público y hasta bromeó con su estatura cuando platicó anécdotas de su madre, bailadora de yucateco, quien le advirtió a Santiago que lo abandonaría cuando Armando creciera.

Después de Huele a peligro y de media interpretación de Voy a apagar la luz apareció en el escenario su hijo Juan Pablo, quien reconoció el amor y admiración por Manzanero e interpretó al piano la canción de su autoría: Serás el aire.

Nuevamente en el escenario Manzanero interpretó Contigo aprendí, coreado por el público al que le reconoció ser un coro de voces increíbles.

El público aplaudió la aparición de la cantante Aranza quien se unió al maestro Manzanero en la interpretación de Nada Personal, Dime y Dormir contigo, además de deleitar con 3 canciones más al público que reconoció su entrega y bella voz.

A Manzanero lo acompañaron: Polito Manzo en la batería; Miguel Villicaña, en el piano; Jaime Ferrara, en el contrabajo y Juan Manuel Ledezma en el clarinete.

Sin dejar de burlarse de él mismo, bailar o contar anécdotas, Manzanero continuó con su lluvia de éxitos: Lo que sea, Nos hizo falta tiempo, No sé tú, y una versión a ritmo de suave samba de Adoro.

La historia del robo de su novia, con la que se iba a casar, antecedió a la canción: Mía, que fue coreada en todo el teatro.

Anticipando el primer final, Manzanero inició las primeras estrofas de la canción No, a la que se sumó Aranza.

El multipremiado Manzanero regresó después de una lluvia de aplausos para cantar Por debajo de la mesa y cerrar el romántico concierto en compañía de Juan Pablo y Aranza, con la canción Felicidad, a ritmo de samba.