*.- El Viacrucis, La Pasión de Cristo es una obra que habla de América Latina.
*.- La Pasión de Cristo, se despiden de Tijuana el 11 de junio.

Tijuana BC 10 DE JUNIO DEL 2017 (AFN) Norma Cortés.- "Fernando Botero fue un niño criado como cualquier niño de Medellín, de su época, dentro de los principios y valores católicos, él más bien piensa que ahora es más abierto y respetuoso de otras creencias, pero sin duda la suya es muy importante en su formación cultural". La religión, para Botero es un valor cultural, expresó la curadora en jefe del museo de Antoquia Nydia Gutiérrez.

Gutiérrez resaltó que la importancia de que la obra de Botero esté en Tijuana  radica en el sustrato cultural que se rebela en toda la obra de Botero: "usted encuentra en El Beso de Judas gente común que pudiera ser colombiano, ser tijuanense junto a centuriones romanos, en paisajes de Antoquia, de América. Aquí, donde Latinoamérica se toca con los Estados Unidos es valioso que haya una presencia contundente de un latinoamericano como Botero". 

Por un lado, el público que la ha visitado ve el contenido cultural de lo que somos los latinoamericanos, que se reflejan en las imagines y otro, sin duda, el valor de la fe, de los valores del espíritu; por ejemplo: la Crucifixión en Central Park, que habla de todo ese esfuerzo humano de construir ciudades, de mecanizarse, como Nueva York, pero también hay un diálogo con lo espiritual, el sentimiento que se genera al construir, al dar resultados positivos para la humanidad, que siempre va a estar presente, comentó la curadora.

Para Gutiérrez, aunque la serie está dedicada a la Pasión de Cristo, la imagen de la mujer es predominante, la puede uno ver en las pinturas, en los dibujos, en las agrupaciones del Viacrucis: hay toda una pared dedicada a la mujer, esto, dijo, tiene que ver con que Botero se quedó huérfano muy niño, por lo que la imagen de la mujer luchadora, capaz de sacar adelante a una familia es muy importante para el pintor, que hizo todo un homenaje para ella.

Dentro del conjunto Viacrucis, el maestro Botero quedó muy feliz con lo que se produce entre la imagen de La herida de Cristo, ubicada en medio de la pintura de La Dolorosa y la del Redentor; él mismo ayudó a montarla, confirmó Gutiérrez.

Pero la obra favorita de Botero no está en este conjunto, está en el museo de Antoquia, que posee 188 obras entre pinturas y esculturas del pintor latinoamericano.

"Botero siempre nos dice que su obra maestra es la pintura de Pedrito, su hijo, que murió a la edad de 4 años. Sin duda es una pintura extraordinaria con la que guarda una relación afectiva muy importante".

Los 27 lienzos al óleo y 34 dibujos sobre papel cuentan la versión de Botero acerca de algunos capítulos de la Pasión de Cristo, se despiden de Tijuana este 11 de junio del 2017.