Por: Norma Cortés

TIJUANA BC 16 DE MAYO 2017 (AFN) Josefina Rendón Parra  ha sido una de las mujeres más destacadas y sobresalientes de la historia de la ciudad de Tijuana y del estado de Baja California.

Se le considera como la primera mujer humanista de Tijuana, por haber cultivado extraordinariamente todas las ramas de las humanidades.

"Fue una mujer multidisciplinaria, comentó en entrevista el historiador Gabriel Rivera,  además de incansable y comprometida educadora, infatigable promotora cívica y cultural, culta historiadora, creativa poetisa, tenaz activista social con un intenso servicio comunitario".

A ella se deben múltiples obras sociales que redundaron en beneficio de la colectividad tijuanense, siempre con la visión de engrandecer culturalmente a los distintos sectores de la población de Tijuana. 

Rendón Parra nació en San Francisco del Rincón, Guanajuato, el 3 de febrero de 1885, hija del licenciado Ramón Rendón Sierra y de la señora María de Jesús Parra Tinajero, quienes procrearon 9 hijos.

Se graduó como maestra de educación primaria en Guanajuato, en 1904, con tan sólo 19 años de edad.

Los disturbios revolucionarios llevaron a su familia a cambiar la capital del país por la ciudad de Ensenada, a donde arribaron en 1921, iniciando inmediatamente  su trabajo docente en la escuela La Corregidora,  para en 1922,  trasladarse y residir en  forma definitiva en Tijuana. 

Desde su llegada a esta ciudad impartió clases en la única escuela de ese entonces, la “Miguel F. Martínez”, que apenas en 1919 fue resultado de la fusión que hizo el gobernador Esteban Cantú de las escuelas Nacional No.3 y 4.  Allí laboró por 55 años.

También impartió clases en las escuelas “Venustiano Carranza”, ubicada en la Colonia Libertad y en la Escuela “José María Larroque”, de la Colonia Morelos. 

En 1923, Rendón Parra creó la Junta Femenina Pro Patria, con un grupo de jovencitas  de la localidad, con quienes y después de diversas gestiones y actividades, lograron la construcción de la primera área verde de la ciudad con el claro objetivo de que las familias tijuanenses tuvieran un espacio de sano esparcimiento. 

La profesora fue quien le impuso el nombre al Parque como Teniente “Miguel Guerrero”, como un reconocimiento al joven militar que heroicamente defendió, al lado de otros hombres, a Tijuana en 1911, recordó el historiador.

"Desde su llegada a estas tierras, comenta Rivera, quien hace unos días ofreció una conferencia sobre la maestra,  siempre se caracterizó por su brillante trabajo a favor de la educación básica, la difusión de la cultura y mejoramiento de la imagen de la ciudad, en un tiempo que no existían las instituciones, y en que se recibían fuertes corrientes migratorias que planteaban problemas de falta de arraigo y sentido de identidad, así como de interminables críticas y señalamientos a la ciudad de Tijuana debido a la conceptualizaciones externas, tanto nacional como internacional, de una ciudad que vivía de una Leyenda Negra".

En ese sentido, dijo, emprendió de múltiples formas y en todo momento, una tenaz defensa de Tijuana ante las acusaciones de prensa y la Leyenda Negra que pesaba sobre la ciudad.

Así, durante casi seis décadas, doña Josefina formó un sin número de generaciones de tijuanenses, dejando un legado imborrable en la comunidad. Esa trayectoria le valió para que el presidente de la República Luis Echeverría, le entregara en 1976, la Medalla “Ignacio Manuel Altamirano”. 

Amante de la poesía y el teatro, inclusive escribió y dirigió diversas obras teatrales así como promovió la organización de los grupos de teatro “Éxito”, “Tijuana” y “San José”.  

Publicó sus escritos literarios en los diarios locales El Mexicano, El Heraldo de Baja California, El Cóndor, Letras de Baja California, Boletín de la Zona X, entre otras.

En especial, se dedicó de por vida a destacar e inculcar a la comunidad sobre  sus eventos cívicos así como del patriotismo manifestado por sus habitantes en la defensa heroica de 1911. 

Cabe destacar que fue la  principal promotora de la construcción del Monumento a los Defensores de Baja California de 1911, diseñado por ingeniero Jorge Ruiz Fitch ubicado sobre el Bulevar Agua Caliente, frente al Toreo de Tijuana. Para ello convenció al Club de Leones para que donaran el recurso económico para su realización así como a las autoridades municipales para que realice en forma permanente cada día 22 de junio una ceremonia luctuosa en ese lugar para recordar a los defensores. 

Entre sus principales publicaciones impresas destacan  los: Apuntes Históricos de Tijuana, Álbum de 1911, Decreto Constitucional para la Libertad de América, Mujeres ilustres de la Independencia, Mujeres heroicas de México, Civismo en nación, Biografía del Lic. Braulio Maldonado, Álbum del Centenario de la Constitución, Tijuana. Frontera con los Estados Unidos, ¡Honor a los héroes! Centenario del 5 de Mayo. 1862-1962, Estudios sobre el General Vicente Guerrero Saldaña, Historia y Geografía de Baja California y Homenaje a las Damas Distinguidas de esta localidad.

Activa y dinámica, fue integrante destacada en la Junta Femenina Pro Patria, la Liga Nacional Femenina, la Sociedad Cultural de la Escuela Miguel F. Martínez, la Junta Patriótica de la Ciudad, el Frente Único de Mujeres de Baja California, la Asociación Cívica de Baja California, el Comité Pro Estado Libre, el Comité Confirmación Histórica de la Invasión Filibustera, la Asociación de Defensores de la República Mexicana y sus Descendientes Delegación Baja California, Comité Auxiliar de Conservación del Monumento a los Héroes de 1911, el Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Tijuana y de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística Corresponsalía Tijuana, entre otras. 

Ello es ejemplo de la trascendencia de la figura de esta gran mujer que dejó un significativo legado en las letras, en el periodismo, en la gestoría social, pero sobre todo en las aulas y en la niñez y juventud tijuanense. Su proyecto de vida y su gran obsesión nacionalista como educadora fue el despertar el patriotismo de los fronterizos tijuanenses y bajacalifornianos, es decir, luchó diariamente por espacio de 55 años, por darle a los tijuanenses y a los bajacalifornianos una mística tijuanenses de mexicanidad. 

Rendón Parra falleció el día 28 de abril de 1977, en Tijuana, tierra en la que vivió la mayor parte de su vida y a la cual se entregó en cuerpo y alma para la formación de sus niños y para el engrandecimiento de esta fronteriza ciudad. Sus restos mortales descansan en el Panteón Jardín.

En reconocimiento a su papel en la historia del magisterio local, su nombre está asignado a un jardín de niños, una escuela primaria y una escuela secundaria. Asimismo, una calle lleva su nombre y una biblioteca pública. Su figura está representada en murales. 

La imagen de bronce de la maestra Rendón se encuentra localizada en la Galería de los Forjadores de Tijuana, siendo la única dama de los 21 personajes históricos que la componen, en la explanada del Palacio Municipal de Tijuana.