Mi Tijuana de los años 70´s
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Mi Tijuana de los años 70´s

TIJUANA - martes 12 de julio de 2016 - Norma Y Cortés.
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Fotos: Rosalinda Rodríguez

Por: Norma Y Cortés

TIJUANA BC 12 DE JULIO DEL 2016 (AFN).- Los que fuimos niños en la época de los 70 guardamos imágenes y sabores de Tijuana que definitivamente nos dan esa identidad que tanto se  discute que no tenemos los nacidos en esta tierra. 

En ese tiempo no tenía idea de que éramos hijos de migrantes, aunque me daba cuenta que los papás de mis amigos eran de otra ciudad y que como nosotros se iban de "vacaciones largas" a visitar a los padres o hermanos.

También me daba cuenta de que compartíamos valores y formas de ver la vida, una de ellas tenía que ver con mantener los lazos con los parientes del sur y lo  hacíamos a través de la comida, la música y las historias que nos contaban nuestros padres de aquél lugar que añoraban. De Tijuana poco sabíamos, mucho de ello lo estábamos construyendo.

En la Tijuana de los 70 la actividad se concentraba en la zona del centro, donde los domingos veías al turismo californiano comprar perfumes o cuadros de terciopelo y donde los residentes pasábamos largas horas en los diferentes departamentos de la tienda Woolworth que olía a "palomitas" y era un deleite visual para todo niño que deseara comprar dulces, juguetes o nueces.

Las imágenes de la "Revu" eran familiares: Mujeres oaxaqueñas vendiendo flores de colores, el burrocebra, mucha artesanía, vendedores de plata o casi plata, importaciones, tacos de La Especial, el Aloha, El Mikes…

Ya en la calle segunda era  obligado el  paso por el mercado El Popo, con su eterno enjambre de abejas siempre atraídas por los dulces mexicanos de colores. ¿Quién no contó hasta tres antes de pasar corriendo?

Muchos íbamos a Catedral, yo siempre custodiada por mis papás y hermanos y rodeada por  los fieles que me obstruían la visibilidad para identificar al par de mujeres que cantaban "a todo pulmón" y con fervor la misa dominical.

En Tijuana los aparadores eran atractivos: La tienda Armendáriz, la papelería Quiroz, la mueblería Malinche, la Casa Tanaka, La Bola, La Más, La Dorians. Nuestras compras tijuanenses siempre estuvieron mezcladas con las realizadas al "otro lado".

Los tijuanenses tenemos un rico pasado musical, lo conocimos a través de Canal 12, de la XX, la XEBG, la XCC, había grupos musicales, programas de televisión locales, locutores de voz de seda, grupos artísticos, todos experimentando, arriesgándose, construyendo lo que hoy nos da orgullo.

Y tenemos anuncios que evocamos: Las brujas de Macons, Oscarín, Sastrería Moda al Día…pero el que se volvió nuestro himno: Ahí viene el águila….

Cuando un tijuanense tiene que terminar una fiesta o un paseo, no dice: aquí se rompió una taza: canta: "lástima que terminó, el festival de hoy".

También tenemos frases para pedirle al otro su retroalimentación: Si le gustó el programa, platíquelo a sus amistades, si no, no se lo digas a nadie.

"Pastas Talia"," Val vita", "libreta universitaria", "leche jersey", productos a los que fuimos y somos fieles.

Siempre señalados los tijuanenses por la leyenda negra, por celebrar costumbres americanas: Se festeja el Día de Muertos, no el de "Brujas", nos dicen, pero ellos no viven aquí,  ellos no esperaron largos meses para recibir la generosidad de los vecinos que compraban chocolates y dulces de caramelo macizo para dejarlos en tu bolsa, después de que sonreían al ver tus disfraces, al margen de toda la discusión que genera su celebración.

Los niños de los 70´s sabíamos que éramos mexicanos fronterizos, con todas las ventajas de vivir en la "ventana del país", tomando lo mejor de ambos lados, bajo la mirada de nuestros padres que respetaban el Himno Nacional, el Juramento, que nos enseñaban a convertir el dólar a pesos, a respetar la autoridad y a incluir a todos.

Siempre tuve la sensación de vivir en una sociedad abierta, en movimiento, donde se construía y se daba vuelta a las páginas y siempre supe que Tijuana no solo era de los tijuanenses, que era de todos, aunque no siempre querida igual.

Podría escribir de béisbol, de casas de bardas de madera, de carros con las ventanas abiertas, de Fiestas Patrias, fin de semana largos, de Playas de Tijuana, de Línea internacional, de Tijuana Taxi, del Zorrito de la televisión, de lucha libre, de caminar a casa y todo lo entenderíamos y lo añoraríamos los tijuanenses de los 70´s.

Pero, solo era para felicitar a Tijuana en su 127 aniversario, que no pare la música, que toque la OBC, los Moonlights, Bátiz, La Capilla, Jorge Villalobos, las orquestas comunitarias, los coros de niños REDES 2025, que canten todos por Tijuana, Felicidades.

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