TIJUANA BC 23 DE MAYO DE 2016 (AFN) Norma Cortés.- Con una afluencia de alrededor de 110,000 personas terminó la XXXIV de la Feria del Libro de Tijuana, misma que superó las ventas de 2015, según Viannett Medina Valencia, presidenta de la Unión de Libreros de Tijuana y coordinadora general de la Feria.
De acuerdo a Medina la presencia del autor o de algunos sellos editoriales influyen en la venta, que generalmente es azarosa.
Respecto a los precio de los libros, que en la Feria oscilaron entre 15 a 500 pesos en general, opinó que en promedio el precio de un libro es de 200 a 300 pesos, pero enfatizó que ese factor, en muchos de los casos, no es lo que determina la compra.
"Lo que la determina, por un lado, es la promoción o la red de socialización con la que cuentan y por otra si satisfacen en el lector la búsqueda intelectual no satisfecha en la escuela o en la red".
Medina compartió que el segmento joven elije libros ligados con el cine o los medios: Históricamente, dijo, los jóvenes se han enganchado con este tipo de títulos.
"Yo creo que es la búsqueda de la identidad de los jóvenes, ellos compran para identificarse con otros, como hace 4 años, se vendieron títulos como Harry Potter o los Miserables o hace dos con Bajo la misma estrella".
Con respecto a la lista de libros que una familia debería contemplar para la formación de sus hijos, opinó que el Canon se ha flexibilizado, ya que antes se hablaba de la Enciclopedia Británica o de cuentos populares y había obras emblemáticas de una familia con cultura, pero actualmente el internet y los críticos han establecido otros parámetros.
"Podemos pensar que en esta diversidad de oferta, según la región y sus necesidades, se puedan establecer sus propios clásicos, sin olvidar los clásicos universales: hay que integrar a las voces regionales, privilegiadas, que nacen del pueblo que canta, que expone, que recita o relata lo que vive y de esa manera hay que valorar e incluir lo regional y lo nacional".
Informó que acuerdo con un estudio realizado por la Unión de Libreros de Tijuana se lee por igual un libro impreso que un libro electrónico. El libro no ha sido ni será remplazado, ya tiene un lugar. La imprenta no sustituyó el libro artesanal, puntualizó.
Para que la Feria del Libro de Tijuana se coloque en un lugar de mayor importancia a nivel nacional, Medina opina que no es solo el espacio lo que la limita, sino la base de ciudadanos que leen, además de que se cuenta con la desventaja de la movilidad de los residentes, lo que imposibilita constituir grupos interesados en trabajar en la cultura, faltan más manos, más cabezas.
Compartió que la Unión de Libreros iniciará en próximos días con su reunión de evaluación de la Feria 2016 y con otra de planeación, donde la puerta está abierta al Centro Cultural Tijuana, su principal colaborador, así como a otras instituciones y grupos ciudadanos que están dispuestos a colaborar en forma espontánea y creativa.
Los libreros también lanzarán próximamente un portal en línea donde los usuarios puedan hacer una búsqueda expedita de libros y sepan que ofertas hay de libros.
La Feria, finalizó, es un producto del trabajo ciudadano y del librero y con estos esfuerzos se trabaja para una sociedad que busca crecer y que sigue inmersa en sus búsquedas personales.